Lo ELEMENTAL de la neurosis
El mundo en que Ember vivía, acotado, circunscripto, tenia reglas claras y maneras de hacer que se asumían como «naturales» cuya sintaxis estaba articulada en torno a un solo elemento: El fuego.
Ember, a partir de una fuga de agua, casi por azar, da un pasito más allá y descubre que en estas maneras que ella tenía tan naturalizadas, no son las únicas posibles. Que existen otros elementos que pueden entrar en juego. O mejor dicho que hay otros elementos, que le permitirían, ir un poco mas allá de ese juego tan elemental.
Hay algo que Ember intentaba Decir/ desear pero como ese decir no se ajusta a la demanda del otro, surge como explosión.
Exabruptos que ponen en peligro su intención de complacer a su padre inmigrante que tanto sacrificio hizo en la vida. Que se sienta orgulloso de ella. Su amigo Nilo, le hace saber , que quizás haya algo que leer en esa explosión.
Que aquello que no encaja, quizás no deba ser leído como un problema, sino como una gran ocasión. Ocasión de transformación, de lectura. Inicio de un nuevo viaje.
Poco a poco, Ember va cayendo en la cuenta, que aquello que quería que deje de sucederle para poder adaptarse a los ideales del otro, aquello que cojeaba en ella, en realidad era lo que la salvaba de quedar atrapada en un lugar, en el cual no quería estar.
Ember creía con todas sus fuerzas que quería estar ahí, porque no siempre es fácil diferenciar las expectativas de les otres, de lo que se quiere. Pero su inconsciente se manifiesta allí, implorando ser leído. Se cuela por la hendija, haciendo tambalear su lugar fálico.
Tuvieron que ocurrir derrumbes, tuvo acechando la muerte sobre sus cabezas, hubo que transitar duelos para que Ember pudiese correr el riesgo de perder el amor paterno, diciendo aquello que quería, que le gustaba. Solo así, es capaz de habitar, de a ratos, ese mas allá de ese mundo acotado, que es el mundo elemental de la neurosis.