De que hablamos cuando hablamos de hiperactividad?
Charla impartida junto a Diego Vernazza y Celeste reyna en la » Escola Fluvia».
La motricidad del niño (juego, movimiento y acción) es el medio privilegiado que tiene para expresar su psiquismo: sensaciones; emociones; percepciones; pensamientos , representaciones y también para conocer el mundo y relacionarse con los demás.
Evolutivamente, cuanto más pequeño es un niño, más cosas nos comunica a través de su comportamiento (cuerpo y acción). A medida que va creciendo irá incluyendo gestos, significados compartidos, símbolos y signos que se acercan al código establecido, a la forma de comunicar y aprender de los mayores.
Para este proceso es fundamental que haya un adulto afectivamente cercano que vaya pudiendo otorgar un sentido a esas manifestaciones que el niño expresa a traves del cuerpo (tiene sueño , tiene hambre , está enfadado)
A medida que los niños van creciendo , se van alternando estos momentos en los que se expresa a través del movimiento y la accion y los momentos en que es capaz de expresarse a través de la palabra , el dibujo o el juego.
En este proceso , cada niño avanzará a su propio ritmo.
Un niño/a de 12 a 15 meses se desplaza con bastante lentitud e inseguridad. Presta atención a su entorno , teme que otro niño pueda provocarle una caída. La inestabilidad de su equilibrio , le produce inseguridad y angustia. La madre , o el padre , o un adulto que le aporte seguridad son los únicos capaces de calmar esa angustia , e ir brindando la seguridad necesaria para que ese niño vaya adquiriendo confianza en su propio cuerpo y se vaya sintiendo capaz de dominarlo y al mismo tiempo lo vaya percibiendo como una unidad.
El autor de cuyo libro hemos extraido el titulo de esta charla , un pedagogo frances creador de la practica psicomotriz, Bernard Aucouturier , llamará Unidad de si mismo , a la interiorización de las experiencias vividas en la interacción con ese adulto. Esta interiorizacion de experiencias basada en una sensación placentera, pese a que haya alguna desagradable ,le proporciona al niño una continuidad en la existencia.
Acouturier piensa que si esa interiorización no se ha dado , o lo que se ha interiorizado son mas experiencias displanceteras que placenteras , la unidad del niño será frágil y el niño nunca terminará de perder esa inseguridad inicial en su propio cuerpo y en el ambito afectivo . Estas sensaciones le producirán mucha angustia ( una angustia que el llamara “ arcaica”) , y por tanto , la “ hiperkinesia” será una manera de defenderse frente a esta angustia , frente a esta inquietud.
Luego de esta pequeña introducción acerca del movimiento , y de una de las posibles causas de la hiperkensia , nos cabe la pregunta:
Todos los niños que se mueven mucho lo hacen por el mismo motivo????
Si un niño se mueve mucho , o está agitado , o es impulsivo o le cuesta atender , esto puede obedecer a factores absolutamente diversos.
Uno de los temas difíciles y complejos que aparecen con las medicalizaciones consiste en suponer que todos los niños tienen que funcionar igual y que a todos los niños que no atienden y se mueven mucho les pasa lo mismo, borrando las individualidades cuando, en realidad, a cada uno le puede pasar por motivos diferentes. Si les pasa a muchos es porque hay una sociedad que los lanza a una suerte de actuación permanente, a un constante “no pienses sino haz”.
Desde el Centro Poblenou , creemos que agrupar esta diversidad de factores en una misma sigla TDAH es un reduccionismo. Y no sólo un reduccionismo , sino una manera de agravar el problema. Si en lugar de intentar “ decifrar” , enteder, a que responde ese no poder parar de moverse, lo acallamos con un diagnostico y medicación , lo que logramos en la mayor parte de los casos , es que el niño sera “ menos disfuncional” en el cole, se estará mas quietecito , para sus padres será llevadero el trato con él, pero el problema de fondo quedará , ya no a la vista pero si sin resolver.
A largo plazo , esto será una suerte de bomba de relojeria.
Con lo cual aqui nos cabe una pregunta : ponemos la etiqueta al niño y a veces medicamos para solucionar el problema del niño o para tranquilizar a los adultos que lo rodean???
Les voy a poner algunos ejemplos de mi practica profesional que me han dejado muy marcada:
1- Trabaje durante 2 años en un equipo que pertenecia a un programa del ” Children health center de San fransisco”.
Alli recibimos un dia a una niña diagnosticada de hiperactividad con 3 años y medicada con Ritalin ( uno de los nombres comerciales del metilfenidato una droga tipo anfetamina que se utiliza con cada vez mas frecuencia para medicar a niños diagnsoticados de tdah con unos efectos secundarios a largo plazo de los que despues conversaremos si nos da el tiempo). Junto con la pedagoga del equipo , nos llamaba poderosamente la atención este diagnostico , porque mientras la veíamos y compartíamos actividades con ella se encontraba muy tranquila . Sin embargo se ponia “ muy “ hiperactiva “ e “ inquieta” cada vez que el padre estaba por venir a buscarla. Poco a poco , fuimos escuchando e indagando en esta conducta recurrente.
Con el tiempo , pudimos comprobar y denunciar , que este padre llevaba 1 año abusando de esta niña, y que si nos hubiésemos quedado simplemente con este diagnostico sin poder escuchar nada mas alli , esta niña hubiese cargado con una etiqueta diagnostica y una medicación ( con graves efectos secundarios en su salud) , y los profesionales hubiésemos sido cómplices del encubrimiento de abuso de l padre.
En el hospital de Clinicas de la Universidad Federal de Paraná ( Brasil) se analizaron 150 niños que sufrían graves situaciones de violencia familiar. Todos habían recibido diagnósticos psiquiátricos y siendo atendidos en diversos servicio del hospital . Ningún profesional había detectado estas situaciones de violencia. el 70% de estos niños habia sido diagnosticado con TDAH y 127 de estos niños estaban siendo medicados con drogas psicoactivas.
Si bien estos casos son extremos , las causas por las que un niño se encuentre agitado y no pueda prestar atención son muy diversas : A veces obedecen a cuestiones como vimos al principio mas “ arcaicas” . Otras veces a cuestiones mas “ historicas” : por ejemplo “ todos los hombres de esta familia han sido muy inquietos” ( a veces estos supuestos son conscientes , y otras no son conscientes para los padres) . Y a pesar de que la inquietud no se transmite “ geneticamente” , antes de que este niño llegue ya se “ espera” que sea inquieto , y sus acciones van a ser leidas desde alli.
¿ que pasa entonces? que el niño comienza a responder a lo que se “ espera” de él , al lugar desde el cual se lo mira .
En el trabajo en la consulta , comprobamos a veces , cuanto trabajo le cuesta al niño restarse de esos supuestos familiares , y cuanto trabajo les cuesta a los padres , dejar de mirarlo desde un determinado lugar. Pero cuando estas cuestiones consiguen “ disiparse” nos encontramos con que “hay otro niño” mas allá del que los padres veian alli.
Tambien puede suceder que la inquietud tenga que ver con causas puntuales :la llegada de un hermanito , una migración , un cambio de escuela.
Y por ultimo ( en mi lista pero podriamos seguir enumerando) si un niño tiene alguna preocupación o emoción que no es capaz de verbalizar esta quedará dando vueltas en su cerebro y captará toda su atención , por lo cual su atención no quedará disponible a los estímulos exteriores.
Para que un estimulo exterior entre en nuestro campo de atención y sea procesado correctamente , este campo de atención ha de estar disponible y no bloqueado o ocupado procesando alguna preocupación.
Las preocupaciones y por ende , las emociones asociadas que estas preocupaciones nos despiertan , influyen en los restantes procesos psicológicos como la atención, precepción y memoria.
Las emociones son un ingrediente básico del proceso cognitivo y por tanto la cognición y la emoción son dos procesos complementarios , si alguno de ellos se encuentra modificado o alterada , sin duda alguna influirá en el otro.
Los diagnosticos en la infancia se escriben con lápiz
Este es el titulo de un libro de una profesional que lleva muchos años atendiendo niños , adolescentes y sus familias.
Nos gustó la metáfora de que asi como los niños comienzan escribiendo sus primeras letras con lápiz , los profesionales que nos ocupamos de los niños , tambien deberiamos comenzar escribiendo con lapiz las hipotesis diagnosticas.
Por un lado son necesarias para orientarnos en el tratamiento de ese malestar , pero no deben constituirse en una etiqueta , en una marca indeleble en la vida del niño/A
Siempre se ha de tomar en cuenta que es un devenir que va modificándose por el proceso de maduración y crecimiento del niño y por otro lado por el trabajo que el profesional y el niño van haciendo en conjunto con la familia y la escuela.
No hay nada mas variable , mas en construcción que el psiquismo de un niño. Un niño/A es una persona que se encuentra en proceso de constitución de si mismo y de su psiquismo. Por lo tanto , las conclusiones a las que arribemos en los encuentros con el niño se construyen en un devenir que va modificandose , son conclusiones que escribimos con lapiz, abiertas a nuevas reescrituras.
La infancia es un tiempo abierto a lo inacabado , a lo que está por venir y construir.
Asi como trabajamos con los padres para que no estigmaticen a un niño en “ es nervioso , como su padre , su abuelo” , los profesionales de la salud y la educación no debemos estigmatizarlos con diagnósticos.
Veremos como , al sacarles las etiquetas , les abrimos nuevos caminos , ampliamos su margen de libertad.
( video etiquetas)
Hiperactividad o Hiperparentalidad????
A veces como profesionales se nos abre la pregunta acerca de ese exceso que se hace presente a veces bajo la forma de hiperactividad en la infancia.
el preelijo HIPER denomina algo por encima de lo normal, un exceso que abre una pregunta. La pregunta que se nos abre si ese exceso no es una respuesta de los niños a unas hiperexigenicas de los padres sobre si mismos como padres , y sobre lo que esperan de sus hijos.
Nos encontramos a menudo que se espera que los niños sean autónomos , responsables , que sean creativos , que sepan mas de un idioma , que hagan deportes , que tengan una identidad sexual definida , que toquen algún instrumento , que sepan verbalizar sus emociones .
Nos encontramos con niños hiperestimulados , que comenzaron yoga con 3 meses , se fueron de colonias a los 2 años y medio , a los 3 ya hicieron psicomotricidad , musica y a los 5 se encuentran aburridos reclamando a sus padres que les bajen nuevos juegos en la tablet.
Niños recubiertos de juguetes con todo tipo de sonidos con los que ni siquiera juegan pero aborratan su habitación.
Niños de 5 años vestidos con ropas de diseño que deben cuidar de no dañar.
Niños/AS que a los 14 tienen su Iphone 7 de 700 euros y con quienes los padres se enfandan por no saber cuidarlo. ( son los niños/AS irresponsables o quizas es un exceso darle a un niño/a de 13 14 años un iphone 7?)
Niños/as de 12 o 13 años hipersexualizados , hiperconectados.
Niños que ya no se se sorpenden.
Niños que tienen una agenda tan cargada que no hay espacio para aburrirse y por tanto para crear . Y mucho menos apra el juego simbolico : ese juego indispensable para elaborar , para crecer , para como su nombre lo indica, simbolizar.
De que lado colocamos entonces lo hiper?????
Estamos ante un problema serio porque hay una cuestión que engloba a los maestros y es el tema de la urgencia en general. Vivimos en una sociedad en la que se supone que hay mucha exigencia y todo tiene que ser rápido. Entonces los maestros se sienten presionados por la escuela, por las autoridades y por los padres a que los niños aprendan mucho y rápido, a cumplir los programas, a que todos los niños hagan lo mismo y rindan de la misma manera. Y sienten que cuando un niño presenta ciertas dificultades o funciona de un modo distinto al esperado, eso tiene que ser acallado y modificado para cambiarlo casi con urgencia. Es un problema serio porque me parece que no se da el tiempo ni la consideración de que los niños pueden ir con ritmos distintos, que cada uno aprende en su momento. No todos los niños se comportan de la misma manera ni tienen el mismo tiempo para estar sentados. Pero, que haya diferencias no implica patologías. En esta época de urgencias los tratamientos cognitivos conductuales y la medicación aparecen como panaceas: acallamos el síntoma, ese niño deja de molestar, y todo es fantástico. En ese sentido padres, maestros y la sociedad en su conjunto tienden a ir del mismo lado, porque lo otro es hacerse preguntas: ¿porque los niños no atienden en clase…? y eso nos llevaría a cuestionarnos no solo lo que hace la escuela, sino la educación que propone la sociedad en general, qué niños estamos formando y después qué les exigimos. Facilitamos que los niños de hoy se muevan mucho y pedimos tiempos cortos de atención. Lo que hacemos lleva a eso.
Uno esperaría que la escuela fuera un lugar donde hubiera tiempo para reflexionar, para pensar, como en otros tiempos. Pero se exige eso a los niños y a la vez se intenta correr con el programa y cuando al niño le pasa algo no se le otorga el tiempo para pensar, no hay preguntas. Los niños están sujetos desde pequeños a estímulos muy fuertes, intensos y rápidos. Es la época del video-clip, y por otra parte tienen una maestra que les habla y que a lo sumo les escribe en el pizarrón. Es decir, hay una lógica diferente entre aquello a lo que el niño está acostumbrado y la escuela. Lo que habría que hacer es recuperar un tiempo de relatos, de cuentos para que el niño se pueda concentrar en ese otro tipo de estímulo, cuestión muy valiosa porque implica un tipo de razonamiento diferente a la inmediatez de lo visual. Se podría revalorizar la palabra. También, se debería valorar que un niño pueda tener un espacio de contención, cosa que habitualmente no sucede. En relación a las infancias actuales, deberíamos pensar en introducir nosotros el tema del tiempo pensando que un niño es un sujeto en conformación, que está con tiempos de cambio y que hay que darle tiempo para el cambio. Pero hoy en día todo el mundo corre, y a la vez como la escuela sigue siendo igual desde hace muchos años, se produce un desfasaje. Uno de los temas difíciles y complejos que aparecen con las medicalizaciones consiste en suponer que todos los niños tienen que funcionar igual y que a todos los niños que no atienden y se mueven mucho les pasa lo mismo, borrando las individualidades cuando, en realidad, a cada uno le puede pasar por motivos diferentes. Si les pasa a muchos es porque hay una sociedad que los lanza a una suerte de actuación permanente, a un constante “no pienses sino haz”. Eso se les transmite a los niños y cuando hacen, cuando actúan están respondiendo entre otras cosas a mandatos sociales.